MÉXICO LINDO Y QUERIDO

Dime con quien andas y te diré quien eres... sí, claro(nótese sarcasmo) mejor dicho dime de quien hablas y te diré quien eres. Hace un tiempo escuché a un compañero decir que sus amigos le preguntaron si no le daba vergüenza saludarme y solamente respondió con una sonrisa (o eso dijo). Aunque no me interesa en lo absoluto la opinión que quien haya hecho el comentario, si me puso a pensar en lo prejuicioso que es el mexicano y en el cómo limita sus reacciones basándose en simples apariencias, que en caso de romper con la "normalidad" predisponen actitudes sin justificación. Y entendí que apegarse a lo establecido por la mayoría, crea un sentimiento (infundado) de superioridad moral. En contraparte, cierto día escuché que ya era justo y necesario la legalización de los matrimonios del mismo sexo y el derecho a adoptar hijos de dichos enlaces. ¿Justo? claro que sí, los humanos deben tener los mismo derechos sin importar su orientación o gustos sexuales, pero ¿necesario? mmm... no creo que un pueblo con tan obsoleta disposición social e incapaz de quitarse los grilletes culturales de la religión, necesite tan grande revuelta cultural cuando aún no se pueden erradicar arcaicas usanzas como el machismo, el clasismo y el racismo (aunque se niegue que en este país lo sufrimos). Y ya ni hablar de la poca dignidad, ni de la falta de identidad como nación. No quiero sonar antipatriótico, pero realmente no siento orgullo de mi país al ver en primer lugar de audiencia a una telenovela refrito con trama y realización para idiotas, ni viendo que el escándalo del momento es que un "artista" salió del clóset. Venga México, venga patria mía, evoluciona... ya es hora.